¡No mires arriba!
He visto "No mires arriba", la última película sobre-promocionada de la que todo el mundo habla. Decir, antes de que las hordas de trolls se me echen encima, que me ha parecido estupenda, con momentos brillantes y algunas actuaciones realmente meritorias.
A partir de aquí, sin embargo, hay algo que me preocupa y que por más que lo intento, no alcanzo a comprender. Esta incomprensión me lleva a formular varias preguntas para las que no tengo respuesta.
¿Cómo es posible que las personas a las que no les ha gustado la película sean permanentemente atacadas e insultadas en las redes sociales?
¿Cómo es posible que exista una masa de poseedores de la verdad que dedican su tiempo a oscurecer, como si fueran calamares expulsando tinta, los debates enriquecedores?
¿Por qué se insiste en desviar el foco hacia simplezas de modo que se conviertan en asunto de estado (como, por ejemplo, que una película no sea masivamente aclamada por crítica y público)?
¿Por qué hay personas que consideran que las redes sociales son el mundo real? ¿No se plantean la posibilidad (que en mi opinión es una certeza) de que lo que la mayoría de las personas opinan en las RRSS no es lo que la mayoría de las personas opinan en el mundo real? ¿No se plantean, además, que la visión del mundo que el algoritmo de la red social en cuestión te ofrece es una visión sesgada del mundo dirigida a ti personalmente?
¿Por qué me tienen que gustar las mismas cosas que a la mayoría (insisto, la mayoría de mi sesgo)? ¿Por qué si me gustan soy un borrego y si no me gustan soy un disidente?
¿De quién disiento? ¿Qué mayoría me aborrega? ¿Tengo que comprar el pack completo de opinión? ¿No puedo estar parcialmente de acuerdo o parcialmente en desacuerdo?
¿No puedo considerar que la película “No mires arriba” es magistral en algunos momentos y aburrida en otros?
¿Por qué no puedo leer el Capital de Marx y Mi Lucha de Hitler aunque no comparta la opinión de ninguno de los dos? ¿O un cuento de Tintín?
¿Por qué no puedo reírme de un chiste de mal gusto y disgustarme con otros?
¿Por qué si defiendo la absolución de un cómico porque no considero que haya que ir a la cárcel por imbécil me convierto en seguidor o aplaudidor del imbécil?
¿Por qué tengo que ser rojo o azul o naranja o morado, solamente por las cosas con las que estoy de acuerdo o con las que no?
No soy perfecto, puedo opinar una cosa un día, pero si me convencen otros argumentos, igual cambio de opinión ¿eso es malo o es simplemente evolucionar y tener perspectiva?
¿Por qué se empeñan los políticos en denigrar, destrozar y convertir en una broma el nivel educativo público? ¿Para crear masas de idiotas incapaces de tener criterio? ¿Para facilitar la polarización que en realidad es una lucha entre idiotas sin capacidad de criterio propio?
¿Por qué no se premia el esfuerzo y se fomenta el debate respetuoso?
Estoy convencido de que hay personas muy válidas (las encuentro casi cada día), personas empáticas, generosas, educadas, inteligentes, con la mente abierta, con criterio propio, con capacidad de análisis… lo que sucede es que son silenciosas y no se molestan en lanzarse al barro de los trolls, los imbéciles masivos y los generadores de ruido. El ruido molesta, pero no es lo imperante, es simplemente lo llamativo.
Yo confío en que el equilibrio que aportan los silenciosos acabe enmudeciendo a los imbéciles.
Y de eso va la película "No mires arriba", pero al revés: los imbéciles se empeñan en ahogar con ruido a los válidos.
Felices Fiestas.
(c) A.C.C.'21
